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Diario de Lily Everhart: entrada 2
Recuerdo que el día en que y yo nos conocimos
se formó una niebla espesa y apenas podía ver lo que había delante de mí.
Se suponía que iba a ir andando a la plantación de bayas como siempre,
pero, sin darme cuenta, me desvié hacia una zona donde se oían las voces de esos aborrecibles furtivos.
Antes de que surcaran el aire sus sucias palabras y el sonido de esferas volando,
atisbé la forma de una colorida flor de lirio.
¡Qué belleza tan distinguida!
En ese momento, tomé una decisión. Apuñalé a Los Furtivos por la espalda y destruí todas las esferas que había tiradas por la zona.
Recibí leves disparos, pero nada de gravedad.
No podía tocar esa bonita flor con las manos manchadas de sangre, por lo que decidí regresar a la base.
En ese momento, la reina de los lirios apareció ante mí.
Con un roce en la mano, me sanó las heridas y aligeró el peso de mi cuerpo exhausto por la batalla.
Entonces, decidí acompañarla de ahí en adelante.
Mi reina es la única flor que brota en este mundo infestado de oscuridad.
Recuerdo que el día en que
se formó una niebla espesa y apenas podía ver lo que había delante de mí.
Se suponía que iba a ir andando a la plantación de bayas como siempre,
pero, sin darme cuenta, me desvié hacia una zona donde se oían las voces de esos aborrecibles furtivos.
Antes de que surcaran el aire sus sucias palabras y el sonido de esferas volando,
atisbé la forma de una colorida flor de lirio.
¡Qué belleza tan distinguida!
En ese momento, tomé una decisión. Apuñalé a Los Furtivos por la espalda y destruí todas las esferas que había tiradas por la zona.
Recibí leves disparos, pero nada de gravedad.
No podía tocar esa bonita flor con las manos manchadas de sangre, por lo que decidí regresar a la base.
En ese momento, la reina de los lirios apareció ante mí.
Con un roce en la mano, me sanó las heridas y aligeró el peso de mi cuerpo exhausto por la batalla.
Entonces, decidí acompañarla de ahí en adelante.
Mi reina es la única flor que brota en este mundo infestado de oscuridad.