Diario de Saya Kurosaki, 2
No he dejado de proteger esta cuña durante años.
No sé por qué.
La única misión que nos ha sido transmitida
es la paralización de la isla.

Con las investigaciones por bandera
hemos dado caza a las salvajes criaturas que
habitaban los picos nevados,
evitando la superpoblación,
preservando este paisaje para siempre.

Sí, estamos aquí sin más.
En un tiempo inalterado.
No puedo soportarlo más.

Solo cuando me emborracho una y otra vez logro no pensar en cosas que no me llevan a nada.

¿Cuándo dejé de disfrutar del sabor del alcohol?

Que alguien ilumine esta eterna oscuridad...

Esta noche también hay luna llena.
Y el sake está imbebible.