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Diario de Bjorn Seligson: entrada 2
Este lugar está maldito.
No, en realidad somos yo y quienes estamos malditos.
Hace miles de años, en una época en la que el castillo gigantesco todavía estaba arraigado en la tierra,
apareció.
El cielo se quebró y cayó sobre las cabezas de los habitantes.
Los que miraban a la plebe desde las alturas, sangre de su sangre,
les dieron la espalda.
Los únicos que no lo hicieron fueron mis antepasados.
Nosotros no abandonamos
a los nuestros.
Reunieron a los confundidos habitantes de esta tierra.
Y se hicieron fuertes.
Desde ese día, nuestra voluntad se tornó férrea.
Nos convertimos en el pueblo Tenraku, que significa «la caída del cielo».
Y mi linaje, que hasta entonces había estado en lo más bajo,
fundó un nuevo reino y juró protegerlo.
Este lugar está maldito.
No, en realidad somos yo y
Hace miles de años, en una época en la que el castillo gigantesco todavía estaba arraigado en la tierra,
apareció.
El cielo se quebró y cayó sobre las cabezas de los habitantes.
Los que miraban a la plebe desde las alturas, sangre de su sangre,
les dieron la espalda.
Los únicos que no lo hicieron fueron mis antepasados.
Nosotros no abandonamos
a los nuestros.
Reunieron a los confundidos habitantes de esta tierra.
Y se hicieron fuertes.
Desde ese día, nuestra voluntad se tornó férrea.
Nos convertimos en el pueblo Tenraku, que significa «la caída del cielo».
Y mi linaje, que hasta entonces había estado en lo más bajo,
fundó un nuevo reino y juró protegerlo.